jueves, 28 de enero de 2010

Inclemencias

No indispensablemente debo hablar del clima,
sino en una sutileza de palabras
describo mi sombrio ser.

Las tediosas semanas
trasquilaron mis esperanzas
de dislumbrar un futuro prometedor
y antes sucesivas miradas
terminaron por derrumbarme.

Hoy no sólo el alma se encuentra callada,
sino también mi consciencia,
tan aletargada como la vida misma...

Di paso a un sentimiento que no lo recordaba ya,
y se posó en mi mente,
hasta cuándo estará allí impavida?
aún no me respondo a mí mismo esa pregunta.

Creo en la suete y el destino,
más sin embargo a veces niego de ellos
las causales de la vida.

Hoy me mantendré igual
tratando de luchar a media fuerza
como una carroza sin chofer...

Y repetiré en mi cabeza una vez más
continúa adelante.... no te detengas.